viernes, octubre 13, 2006

DÍA INTERNACIONAL DEL PERIODISTA

Discurso del presidente del “Colegio de Periodistas de Jalisco, A. C.”, Remberto Hernández Padilla, en la celebración del “Día Internacional de la Libertad de Prensa”.
Guadalajara, Jalisco, el 3 de mayo de 2006

La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), proclamó el 3 de mayo como el «Día Internacional de la Libertad de Prensa». Y, el gobierno mexicano, como miembro que es de esa institución, firmó el protocolo.
El antecedente de esta determinación se encuentra en el deseo expresado por los Estados miembros en la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), quienes habían tomado la resolución, el 3 de mayo de 1991, para celebrar en esa fecha del mes el “Día Mundial de la Libertad de Prensa”.
Y, en la búsqueda de mecanismos internacionales que protejan la libertad de expresión, tanto la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como la Organización de Estados Americanos (OEA), también emitieron una importante declaración conjunta que tiene como objetivo fundamental el proteger a los periodistas y evitar el control político y económico de los medios.
La declaración manifiesta que la imposición de registro a los periodistas es innecesaria. El documento indica también que a éstos no se les debe exigir ningún tipo de licencia o estar registrados, además de que tampoco deben estar sujetos a restricciones legales.
La institución del “Día Mundial de la Libertad de Prensa”, tuvo como cimiento la declaración titulada «Fomento de la libertad de prensa en el mundo»; misma que reconoce que “una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática”.
Hace tres años las principales agrupaciones periodísticas de México, e importantes profesionales de la pluma, se reunieron en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, para reconocer el 3 de mayo como “su día”; y para enfatizar la importancia que tiene la libertad de información como un tema de crucial importancia para el buen funcionamiento de una sociedad verdaderamente democrática.
Y, con ese antecedente, hoy, como hace un año, varios periodistas de las agrupaciones: “Club de Periodistas de México - Delegación Jalisco”; “Prensa Unidad de Guadalajara”; “Club de Periodistas de Jalisco”; del “Circulo de Periodistas de Jalisco”; y, del “Colegio de Periodistas de Jalisco”, nos congregamos, para ser congruentes y participar en tal celebración.
Vale el momento para enfatizar que en nuestro país, desde 1953, se ha venido celebrando el “Día de la Libertad de Prensa”, cada 7 de junio. En esa fecha tradicionalmente se venían reuniendo algunos dueños de periódicos para dar gracias al gobierno por los dineros recibidos en publicidad; y, en reciprocidad, los funcionarios gubernamentales felicitaban a los editores de los medios de comunicación por su adhesión a las decisiones gubernamentales. Ese comportamiento se extendió a toda la Republica Mexicana, con el agregado de que fueron incluidos y premiados los periodistas adeptos al sistema gubernamental.
En el transcurrir de los años algunos entes de la pluma asumieron para sí tal conmemoración. En Jalisco, la costumbre pervive desde 1972, cuando se comenzó a rendir un homenaje, precisamente ese 7 de junio, al mexicano más representativo de la expresión del pensamiento: Francisco Zarco.
Al reunirnos hoy, aquí, es conveniente enfatizar que en la actualidad los medios de comunicación social juegan un rol determinante en la estructura del sistema social y político; tienen la sublime responsabilidad de promover la tolerancia y la concordia y cerrarse a los mensajes de la difamación, del desprestigio, del odio y el rencor.
Lamentablemente algunos medios, y ciertos periodistas, han caído en el libertinaje y pervertido la noble profesión del periodismo; algunos han permitido que grupos con intereses particulares los utilicen para aprovechar «el poder de su pluma» para denostar, intimidar, lastimar, amenazar y descalificar a determinados hombres públicos y a varias instituciones.
Es claro que corresponde a nuestro propio gremio el implementar un código de ética, para que, con la conquista de un prestigio sólido sea el verdadero contrapeso de los poderes formales y cumpla así su función.
En el siglo pasado se decía que la mitad del quehacer político se llevaba a cabo en los medios de comunicación; hoy, aquella premisa es un axioma.
Es verdad que los periodistas somos los ojos, voz y oídos de la gente que no tiene acceso a la justicia, o que enfrenta la prepotencia de algunos funcionarios gubernamentales que se sienten dueños de las vidas y de los criterios de los periodistas. Frente a ese comportamiento se hace la valoración en torno a que la profesión de periodista también tiene un alto riesgo en su desempeño.
La Sociedad Interamericanas de Prensa está preocupada por el imparable asesinato de periodistas; por las amenazas que cada día más imponen gobiernos impopulares.
Por su parte la organización mundial “Reporteros Sin Fronteras” ha manifestado que en la actualidad se vive un tiempo negro para el periodismo; que «más de 130 periodistas se encuentran encarcelados en el mundo y 42 perdieron la vida en el año anterior, por ejercer su profesión o expresar sus opiniones. En México, en lo que va del actual sexenio ha habido 25 asesinatos de periodistas, 5 de los cuales fueron en el presente año; y, casi todos ellos han quedado impunes.
En insólita queja-protesta, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, José Luis Soberanes Fernández, en su oportunidad expuso ante Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas la grave situación que atraviesan los periodistas en México por el incremento de las agresiones en su contra.
Los integrantes de las agrupaciones periodísticas aquí reunidos, manifestamos nuestra indignación por los asesinatos de nuestros congéneres. Manifestamos que esas arteras eliminaciones vienen a demostrar la vulnerabilidad en que se encuentra la sociedad ante el poder de los pervertidores de la verdad y la transparencia.
Aquí, y ahora, es necesario manifestar públicamente que, por fortuna, en nuestra entidad no se conoce que haya ese tipo de eliminaciones físicas. Sin embargo, lo que sí se hace desde las esferas gubernamentales es tratar a los diferentes entes de la comunicación con indiferencia y como un mal necesario. También debemos dejar señalada la sistemática prepotencia gubernamental que quiere acallar a la prensa crítica. Hoy aquí reiteramos la célebre frase que dice: “El político pasa, el periodista permanece”.
Hemos de enfatizar que la libertad de expresión es vital para una autentica democracia, porque una prensa libre puede prevenir el cáncer de la corrupción, manteniendo un control en torno de las actividades gubernamentales: federales, estatales y municipales. Es así que todos los medios de comunicación influyen en forma potencial en todo tipo de actividades de la colectividad.
Es conveniente reiterar que así como el profesionalismo de la prensa depende de la objetividad; el del periodista es el de escribir siempre con la verdad, y recalcarla por más dolorosa que ésta sea, porque, un pueblo que carece de voces que critiquen las acciones de sus gobernantes, ensombrece su vida pública, da punto de apoyo a los comentarios negativos y a los nefastos rumores. Y, más se le sirve al pueblo y se le ayuda al gobernante en su gestión, haciendo y ejerciendo la crítica constructiva, que escribiendo el constante e interesado elogio.
Es necesario enfatizar que los periodistas no debemos ser dóciles espectadores de la realidad social, política y económica en que vivimos, aunque corramos riesgos. Debemos afrontar nuestra realidad, cumpliendo cabalmente con nuestra misión, informando y orientando a la sociedad de la que debemos ser sus auténticos representantes. Si los periodistas no cumplimos con esa responsabilidad profesional, lo que ahora son tiempos nublados pueden convertirse en tiempos tormentosos para toda la sociedad.
Ahora, en México, y en especial en Jalisco, estamos en vísperas de participar en un proceso electoral que será histórico en la lucha por el poder. Y los periodistas tenemos el reto de cumplir con objetividad en nuestra sublime, pero ingrata profesión.
A los distinguidos ciudadanos que nos acompañan, gracias por su presencia.
Hoy, 3 de mayo, a todos los compañeros periodistas les deseamos: ¡Felicidades en su día!

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