MUJERES POR LA DEMOCRACIA EN EL SANTUARIO

Por Carlos Antonio VILLA GUZMÁN

Otra vez lo hicieron en la calle para que todo mundo las viera. En aquella ocasión fue en la explanada universitaria (6 de agosto 2006), bajo la lluvia y con un espacio reservado para las inolvidables participaciones de los artistas tan espléndidos como Jaramar Soto y Esteban “el niño volador”, o los irónicos dardos literarios que lanzó Paco Ignacio Taibo II.

Un auténtico festival por la democracia. Pero esta vez fue distinto porque todavía en la primera prevalecía la expectativa de lo que más tarde resultó otro capítulo más del montaje para consumar el fraude.

Eso de alguna manera alentaba la creencia en que era posible un atisbo de ley en nuestro país a favor de la democracia, sin embargo éste se esfumó en pocos días. Por eso digo que ayer nació, emergió, o brotó, una nueva forma de resistencia con lo sucedido, muy junto a la estatua de Antonio Alcalde “El fraile de la calavera”.

El grupo de mujeres, la mayoría ya conocedora de alumbramientos, concibieron ahora no con el cuerpo sino con la mente una idea creadora. Han puesto en marcha entre las bancas de la pequeña plazoleta del “Jardín del Santuario”, un plan de contacto directo con la gente.

Son artífices de un espacio ciudadano y para ello alinearon sillas traídas desde casa, se apoyaron de los postes para instalar mantas, sin que faltara una tricolor.

Un diablo adaptado de amplificador rodante y un micrófono completaron el ágora. A un costado y sobre el jardín se acomodaron los niños para escuchar los cuentos o leer porque no faltaron las dos bibliotecas portátiles” que alguien transportó en la cajuela de su auto. Una para menores y otra para lectores en general.

Se hicieron préstamos de libros a los niños del barrio que acompañaron a la mamá. Los dueños de los puestos instalados a lo largo de la calle no dejaron de participar dándole la espalda a la clientela y el líder de ellos al final tuvo un gesto de apoyo a la causa; como buen dirigente quiso dialogar para saber más del movimiento que se instaló en la plaza.

Se trata de los surtidores de los buñuelos, el champurrado, los cacahuates tostados, los tamales y las cañas. Muchos antiguos puestos se trasladaron al interior de las casonas y se adaptaron para despachar más cómodamente las famosas tortas del santuario junto con las tostadas y el pozole.

El viento meneaba una efigie de cartón con la fotografía de López Obrador. Como que saludaba éste inclinándose al estilo japonés.

Me tocó iniciar las pláticas y sin prepararme dediqué unos minutos a hablar de Antonio Alcalde. He estudiado un poco de su vida y sus obras. Disfruto evocar su memoria como un personaje que dedicó inteligentemente mucha energía al auxilio de los pobres y los enfermos pero también buscó que los jóvenes de su tiempo tuvieran instrucción por vía de la universidad. Todas las sociedades son injustas, unas más que otras.

En el seno de ellas surgen mujeres y hombres que dan hasta la vida por evitar dichas injusticias o al menos alejarlas de su espacio y de su tiempo. Eso es lo que trata de hacer éste y otros grupos que por el bien de todos trabajan en México.

Enseguida de mi estuvo un señor cuyo nombre se me escapó del oído y sé que es conocido en esta lucha porque sus palabras me sonaron familiares y el trato que recibía era el que se da a la gente cuya experiencia les vuelve fuentes de saber o luz para iluminar lo que a veces ocultan los acontecimientos. Me alegré mucho de ver a Eduardo Bistraín y tuve deseos de que repitiera ahí frente a las personas que se congregaban, lo que en otras ocasiones ha expresado acerca de la situación que cimbra en ésta época al país.

Lúcido, convencido y convincente, conocedor gracias a la forma en que ha dado seguimiento de la evolución de los hechos políticos recientes, Lalo transparentó sus sentimientos y las razones que lo ubican en esta postura. Enseguida Jorge Gómez habló de su experiencia política y elogió emotivamente el inicio de actividades de éste primer ágora público para el diálogo ciudadano.

Hablaron las mujeres, por supuesto, Cande, Josefina Niño del Bosque y otras señoras. Varios de los asistentes manifestaron la idea de multiplicar los espacios con estas características.

Se hizo presente Víctor Caamaño, conocido por la mayoría de los asistentes según los saludos que recibió. Alguien pidió asesoría o algún apoyo para reproducir en su colonia o barrio estas actividades y las que se añadan. De eso se trata, precisamente: “Un ágora en cada plaza o parque”. Una reunión familiar, cívica, cultural y de fuerza para contener la imposición.

Hasta un extranjero no titubeó para tomar el micrófono y advertir de la amenaza que significa para los países latinoamericanos y otros subdesarrollados el neoliberalismo asociado a la ultraderecha, como lo estamos viviendo en México junto con lo que ocurre en Ecuador, Bolivia o Chile.

El grupo “Mujeres por la Democracia” pone esta muestra con entusiasmo y entrega de tiempo y recursos a una causa democrática donde entra en juego el despertar de la conciencia ciudadana. Dio resultado en su primer día. Afortunadamente se tomaron videos gracias a los compañeros de redes ciudadanas. Ya hay una experiencia más y un inicio de algo que seguramente ha de crecer en la medida en que el gobierno ceda a la hegemonía neoliberal y se amenace el estado de derecho por torpeza, dolo, o ambos.

“Es un honor estar con Obrador”, se dijo una vez más, como para no olvidarnos del Zócalo en aquél 16 de septiembre durante la efervescencia de la Convención Nacional Democrática.

Desde el modesto jardín del Santuario en Guadalajara, se alzaron las voces entre el ruido que producen los vehículos y uno que otro chiflido y gritos de los chavos que hacían suertes sobre sus patinetas. Se tomó un costado de la plaza para sembrar en el marco de la calle la movilidad ciudadana que necesita la patria en estos momentos cruciales para su destino.

Qué buen comienzo de este primer espacio público abierto a la ciudadanía en la época pos electoral. Ojalá que proliferen y se convierta nuestra presencia semanal en un clamor cada día más elevado y rotundo para que rueden los falsos líderes. Que les desmorone nuestra voluntad. Viva el frente por la democracia, viva México.